Calpe: una ciudad donde perder los sentidos y disfrutar de la esencia de la vida
Sofisticación y confort en todos los sentidos, es lo que define Calpe. Pero no sólo eso, sino también unas limpias y espaciosas playas que se extienden a lo largo de 13 kilómetros, un precioso casco antiguo y un imponente Peñón. Miles de europeos eligen Calpe cada año para degustar los típicos platos frescos del mar: calamares fritos y sepias en su tinta, pulpo a la brasa, gambas a la plancha… La Costa Blanca es famosa por sus tesoros gastronómicos y cada pueblo tiene sus tradiciones culinarias, pero todas comparten una cosa: el amor por los productos locales frescos.
Tener una casa en Calpe es, para muchos, vivir su propio cuento de hadas.
Paisajes de ensueño
Sus acogedoras casas y villas, las pequeñas bahías y cabos y el majestuoso Peñón de Ifach (uno de los accidentes geográficos de mayor singularidad y belleza de todo el litoral mediterráneo) conforman el paisaje de Calpe.
Para llegar al Peñón hay que superar un túnel de 30 metros y estrechos senderos a pie durante dos horas y media aproximadamente. Pero merece la pena. En la cima nos espera un maravilloso mirador con espectaculares vistas panorámicas sobre las calas y playas de poniente; incluso en los días más claros se puede contemplar a lo lejos la isla de Ibiza.
Otro lugar interesante son Las Salinas, una laguna que se usó a lo largo de la historia para abastecer de sal a los municipios de la zona, dejando de funcionar a finales de los años ochenta. En la actualidad, pueden contemplarse diversas aves, siendo el flamenco una de las más llamativas, así como una vegetación propia de este peculiar ecosistema.
Quien haya invertido o desee invertir en una propiedad en Calpe puede disfrutar de estos y muchos otros atractivos todos los días del año.
Playas, buceo y vino: puro disfrute para quienes deciden alquilar una casa de verano en Calpe
Las playas de Calpe son especialmente hermosas. Cuenta con un total de catorce playas y calas de inconfundible color azul turquesa para todos los gustos: de arena fina y dorada, de rocas, calas con acantilados…
Arenal-Bol es la playa más grande y popular de arena, donde pasear relajadamente a lo largo de más de un kilómetro. Su “Bandera Azul” y las palmeras que la recorren la convierten en la más concurrida de Calpe. Además, cuenta con un paseo marítimo lleno de restaurantes, cafeterías, heladerías, tiendas, etc. La temporada de playa va desde marzo hasta octubre, debido al excelente clima: se pueden superar fácilmente los 32 grados en verano y caer hasta no menos de los 16 en invierno; y el agua en la temporada estival se calienta hasta los 27 grados.
Otra de las playas que debería visitar en Calpe es Cantal Roig. Es conocida por el inusual hallazgo arqueológico que se hizo en el siglo XX. En la playa se construyeron unos baños de sal durante la época romana que han sido conservados hasta nuestros días.
Si eres aficionado a los deportes náuticos, Calpe es tu paraíso. Cuenta con algunos de los mejores centros de buceo que realizan rutas irresistibles para todo amante del submarinismo. Pero no son las únicas actividades que ofrece la ciudad: remo, vela, windsurf, esquí acuático, etc. Calpe es internacionalmente reconocida por la celebración de eventos náuticos de primer nivel, como la America's Cup y la Volvo Ocean Race.
Y si eres un amante de los vinos, no puedes no ir a Vina Maris, la única bodega submarina en el Mar Mediterráneo. Sobre viñedos, mezclas y tradiciones de fabricación, consulte este artículo: Bodegas de la Costa Blanca: ¿Dónde encontrar el mejor vino?
Imagínase qué lindo sería poder disfrutar de todo esto y luego descansar en su apartamento en alquiler en Calpe.
¿Cómo llegar y por dónde perderse?
Calpe cuenta con todas las comodidades de una ciudad moderna: las carreteras le llevarán fácilmente desde las afueras de la ciudad hacia el centro y de vuelta otra vez. Tiene excelentes conexiones con las dos principales ciudades de la Costa Blanca: de Valencia a Calpe se tarda una hora y media conduciendo y desde Alicante alrededor de una hora.
No podemos hablar de esta ciudad turística de la Costa Blanca sin mencionar su centro histórico: el casco antiguo. En Calpe no es muy grande y no está lejos del mar, pero es muy acogedor y, lo más importante, tiene la misma “atmósfera” de una ciudad con historia centenaria. En Calpe puedes sentir la huella del paso de diferentes civilizaciones mientras recorres sus típicas calles marineras y en el casco antiguo verás los restos de la muralla que protegió a la ciudad de los ataques musulmanes. Calpe no es sólo ocio, playa y gastronomía, sino una ciudad donde perder los sentidos y disfrutar de la esencia de la vida.